La Cueva de Enebralejos, en el pueblo segoviano de Pradena de la Sierra, se encuentra a una hora escasa de Madrid y es una estupenda opción para que los más pequeños descubran la belleza de las formaciones geológicas y cómo se vivía en la prehistoria. Una excursión distinta que merece la pena.
El centro de visitantes que da acceso a la cueva es pequeñito, pero sirve de introducción para conocer cómo se vivía hace 4.000 años, con vitrinas de restos arqueológicos encontrados en la zona, y un pequeño vídeo sobre el descubrimiento de la cueva y el uso que se le dio en las diferentes épocas. En las vitrinas se explica como el hombre prehistórico trabajaba con instrumentos, lo que cultivaba y cómo cazaba. Son fáciles de ver e interesantes para los niños.
El acceso a la cueva se hace desde el interior de este edificio, por una escalera estrecha y empinada, por lo que la visita no está recomendada para personas con movilidad reducida. Eso sí, una vez superado este escollo, el camino por el interior es fácil y protegido con rejillas de hierro, evitando que la humedad propia de la cavidad pueda producir caídas.

Camino interior de la cueva
El recorrido es de apenas 400 metros y la visita dura 45 minutos, pero la implicación de los guías y el sorprendente conjunto geológico hace la actividad muy interesante. Aunque no son visitas dirigidas especialmente a niños, las explicaciones se adaptan al grupo y especialmente a los pequeños. En primer lugar, se les presenta a «Fermín», un esqueleto que da acceso a la cueva, para explicar que la cavidad se utilizaba en ritos funerarios y como lugar de enterramiento.
Esto implica que no sólo existan formaciones geológicas sino también pequeñas pinturas encontradas en las paredes. Aún así, lo más llamativos son el conjunto de estalactitas, estalagmitas, coladas y columnas. Las formas que configuran crean figuras curiosas que llamarán mucho la atención de los niños: cascadas, un belén, un huevo frito, la cabeza de un caballo….. Si ha llovido bastante, también se puede observar en el interior un río subterráneo.

La conocida como cascada
Al interior sólo se puede acceder con visita guiada. En el mes de julio, los días de diario hay visitas a la 13.00 horas. Los sábados, domingos y festivos se realizan cada hora a las 11.00, 12.00 y 13.00 horas y, por la tarde, a las 16.00, 17.00, 18.00 y 19.00 horas. El coste es de 6,20 euros adultos y 5 euros para niños de 4 a 10 años y jubilados. Os aconsejamos comprar las entradas por la página web CUEVA DE ENEBRALEJOS porque los grupos se llenan muy rápido y el aforo es reducido como consecuencia del COVID-19. Eso sí, una pequeña recomendación: la temperatura en el interior es constante y fresquita (unos 14 grados) por lo que es conveniente llevar siempre algo de abrigo, aunque fuera hace calor. Después de la visita, podéis visitar Pradena y su famoso acebal.
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