Las Barrancas de Burujón, un pequeño Cañón del Colorado en Toledo

Las Barrancas de Burujón se encuentran a menos de 30 kilómetros de la ciudad de Toledo y su paisaje recuerda a un pequeño Cañón del Colorado, por sus colores marrones y sus formas de chimeneas. Cuenta con una senda muy fácil, que une los dos principales miradores para ver las cárcavas y el embalse de Castrejón creado a sus pies. Os contamos todos los datos.

La senda por la parte superior de la barranca es muy cortita, apenas 800 metros, si bien cuenta con diversos miradores para contemplar en todo su esplendor el paisaje, declarado Monumento Nacional. Nosotros para alargar un poco más el paseo, dejamos el vehículo en el aparcamiento de la parte inferior, donde existe un bar, y recorrimos los 1,2 kilómetros que separan esta zona del inicio de la senda. Es un camino sin sombras, por lo que no lo recomendamos en verano.

Ya en la parte superior, el camino recorre el barranco y aunque hay separación con vallas de madera, hay que tener precaución, sobre todo con niños. En uno de los extremos se encuentra el mirador del Cambrón, al lado del pico más alto de las barrancas del mismo nombre, y en el otro, el mirador de los Enebros. Precisamente, junto a éste se encuentra tras una zona amplia de mesas para comer o tomar un tentempié.

Si queréis, entre ambos miradores existe también un camino que desciende hasta la cercanía del embalse, que es un refugio importante de aves. A finales de año, pueden verse numerosas garzas, ya que en las islas del embalse acoge una de las colonias de éstas aves más importantes del interior peninsular. Además de otras especies, como cormoranes, barcenas, aguiluchos, cigüeñas,…

De los pueblos de alrededor, nosotros nos acercamos a Torrijos a ver su Colegiata y Ayuntamiento, pero si os da tiempo, Toledo siempre merece una visita.