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San Antonio de La Cabrera, un pequeño convento en medio de las rocas

El convento de San Antonio, en la Cabrera, es un pequeño conjunto religioso, formado por una capilla, una residencia de misioneros y un precioso jardín. Se encuentra ubicado en plena sierra, que en esta zona se caracteriza por estar compuesta de grandes bloques de piedra granítica. Por eso, con esta visita se puede conjugar cultura y senderismo, sin que se haga pesado a los niños.

La visita al convento es guiada por uno de los misioneros que allí residen y apenas dura media hora. Además, éste se vuelca con los niños y los obliga a acompañarles por el recorrido, quedándose los adultos en un segundo plano. Los primero es explicar cómo se dividen las instalaciones, el origen del conjunto, que posee vestigios del románico, y la labor de restauración que están llevando a cabo los misioneros que allí residen.

Uno de los momentos de la explicación

Luego se pasa a la capilla, que desde el punto de vista del arte tiene poca relevancia, pues carece apenas de decoración y las piezas no son originales. Aún así, notas que se transmite tranquilidad. Es curioso comprobar, también, cómo cada vez tenemos menor cultura religiosa. En nuestro grupo, los niños no sabían contestar las preguntas sencillas del misionero y eso sirvió para que les diera nociones básicas de religión, sin ningún tipo de adoctrinamiento, simplemente cultura básica.

El final de la visita se dedica al jardín, que es la verdadera joya del convento, con su arcada románica original, su zona de cultivo, su estanque de peces rojos y su zona de descanso y meditación, de la que nos encantó la talla de madera de Montserrat. Y es que si algo transmite este lugar es tranquilidad y sosiego.

Jardín del convento

La visita es gratuita, sólo se pide la voluntad para seguir los trabajos de restauración, y se debe concertar la cita previa a través del teléfono 918688561. El horario de atención es desde las 15.00 hasta las 20.00 horas. En cada pase de visita habrá un máximo de 5 personas y el uso de mascarillas es OBLIGATORIO, además del alcohol gel.

El convento está en un sitio privilegiado, en plena sierra de la Cabrera, con numerosos caminos donde las formaciones de piedras graníticas harán las delicias de los niños, que no pararán de trepar. Una de las opciones es tomar la subida al Gancho Gordo, aunque es dificultosa llegar a la cima, sobre todo con niños. Pero si la recorréis un poco veréis formaciones muy curiosas de piedras y observaréis muy de cerca los buitres que anidan en las paredes del pico.

Piedra con forma de mano

En definitiva, una excursión muy completa y amena a 50 kilómetros de Madrid. Para pasar medio día, de forma tranquila.

Os dejamos el enlace del COVENTO DE SAN ANTONIO

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1 Comment

  • Reply
    Pequeplanning
    noviembre 10, 2018 at 4:41 pm

    Nos alegramos. Un saludo

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